A Cheshire le encanta planear cosas malévolas y casuales, como también el no planear nada y el omitir la presencia del Sombrerero Loco. Porque en realidad están todos...locos ♪
Y lo que más espera es que cuando conozca al Conejo Blanco, que ya queda bien poco, el no equivocarse como lo hizo anteriormente con otro personaje con sombrero.
¿Y dónde y quién es Alicia?, para Cheshire en este cuento no existe.
Y prefiere seguir cantando, como dice la primera y segunda estrofa:
De día y la luna gris,
Quemaba y opacaba el sol ♪.
